No quiero escribir lo que me pasa porque a nadie le interesa y a nadie le debería interesar. Me he estado planteando que puede que sea la persona más aburrida del mundo. Lo único que me mantiene al margen es ese colorido y desproporcionado cúmulo de neuronas que tanto me hacen pensar.
Sólo diré que los hechos ocurridos durante los últimos meses han cambiado mucho esa percepción pesimista y amargada que estuvo arraigada en mí por tantos, tantos años.
Di más de lo que habría pensado ceder en un primer momento.
No sé que es lo que me pasa, ni siquiera sé si estoy pecando contra mí misma al dejar que alguien se involucre tanto. Lo raro es que tampoco estoy buscando respuestas, sólo dejo que suceda.
Actualmente puedo decir que estoy segura de mis decisiones hasta el momento, no tengo nada de qué arrepentirme. Quiero que esto siga, no permitiré que nada se cruce en este camino en el que al fin puedo dar pasos seguros y firmes, junto a la persona a la que puedo profesarle todo eso que los demás no merecen.
Es la primera vez que el mañana me parece brillante y acogedor.
Y eso. Tengo que seguir con mi maqueta de anatomía.
lunes, 12 de agosto de 2013
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