sábado, 15 de septiembre de 2012
Sabía que tendría que enfrentarlo algún día. Las familias católicas son así, muy...inflexibles.
Tengo la fé congelada, parece. Lo único que mueve algo adentro mio en ese sentido es una parva de cosas "desviadas" como las llaman las madres, abuelas, padres conservadores y mentes cerradas. Tal como lo son todas las personas de mi círculo íntimo.
1-Mis tías se enteraron que me hice agnóstica.
2-Mi tío pensaba que ya estaba en el seminario.
3-Mis padres se preguntan qué hicieron mal.
4-Mi madre no quiere aceptarlo.
Creo que hay cosas más importantes de las que preocuparse. Digo yo...
Supongo que siempre fue así, todos pensaban que seguiría la tradición familiar.Siempre, SIEMPRE termino siendo la oveja negra.
No tengo ganas de dar explicaciones, menos a ellos. Sólo me limité a decir que las ideas cambian, las posiciones también. Todo evoluciona, también la fé.
Por ahora no tengo planes de volver a formar parte de la tradición familiar. Tal vez mi mentalidad cambie, tal vez no.
Aún no, aún no.
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