Primero la canción, ahora ese poema que de no ser porque eran las 4am y estaba zombie, ni se me hubiera pasado por la cabeza enviárselo. Ahora estaría escondido allí, en donde se esconden todos los escritos inspirados en él, todas esas cosas que no me animo a decirle.
No me gusta escribir para las personas, si escribo, lo hago para mí. Incluso aquí no escribo para que lo lean, lo hago porque... Me hace bien y ya. De otra forma mi cabeza explotaría. Escribir ordena esas ideas acumuladas, suspendidas a mi alrededor sin una secuencia concreta.
Volviendo al tema, ¿Ahora qué pasa? Antes estaba segura que no le iba a dar amor a nadie sin esperar implícitamente que me lo devolvieran. Pero estaba pensando, y estoy dando mucho. Creo que ningún ser humano es capaz de dar sin el afán de recibir, aunque cuando analizo la situación, me doy cuenta de que no estoy esperando nada, sólo dejo que las cosas pasen espontáneamente.
Él hace que me sienta segura e insegura al mismo tiempo, me profesa ternura y cariño, desconozco si es a cambio de algo. Como le dije ayer en ese poema, quiero destrozar todas las dudas que existan en su cabeza, pero ¿Quién destrozará las mías? No son muchas, aunque me asustan.
¿Soy suficiente? Yo no me encuentro lo "lindo", soy muy consciente de que mi cuerpo no es ese armonioso ideal que todos anhelan. No voy a decir que el físico no importa, porque a veces molesta, y más cuando veo que a comparación de muchas de sus pretendientes, mi escasa belleza queda reducida al tamaño de un chip de chocolate.
Puedo llegar a sentir que ante sus ojos, soy lo único que existe, pero me pregunto si no le gustaría ver a su lado ese ideal del que alguna vez me habló -Que debo decir que era totalmente lo opuesto a mi aspecto-. No cambiaría intelecto por apariencia, jamás, eso es lo que me hace fuerte, eso es lo que me mantiene al margen de este mundo tan podrido. Pocos son capaces de ver sin usar los ojos y al parecer él lo es, o eso quiero creer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario