martes, 23 de abril de 2013

Realmente creo que toda relación humana basada en la dependencia es sumamente triste, egoísta y patética. La misma emisión de las recurrentes oraciones ya de por sí denota un sujeto: YO. "Yo te necesito", "sin vos no vivo". La compañía no debe ser una necesidad, sino una elección. De otra forma no esperes nada bonito ni duradero, porque tu estado de ánimo dependerá pura y exclusivamente a los actos de la persona a la que te aferres. Y las personas son personas, los humanos son humanos.

Cada individuo cuenta con el total control y autoridad para dar un paso más allá o seguir estancado; esto me pasó y créanme que fue un largo camino entre el momento en que supe que tenía que cambiar algo y el momento en que lo hice por fin. Después de sufrir una insoportable caraphernelia, después de sucumbir dentro de la más profunda soledad hasta aprender a amarla y a vivir en total armonía junto a ella, después de lograr encontrar esa paz sin adormecer el dolor con más odio. Me había prometido a mi misma no confiar en nadie, pero ya he roto bastantes promesas a mi persona en este camino. Ahora puedo elegir.

viernes, 5 de abril de 2013

Pasó más de un año para que pudiera hablarte de nuevo. No creo demasiado en la casualidad, no sé que fue lo que nos llevó el mismo día al mismo lugar de siempre.
Y hablamos. Vos como siempre quejándote de mis repentinos silencios, tuve que recordarte nuevamente que escucharte me agrada más de lo que piensas, incluso antes podía pasar horas escuchando tus locas ideas sin aburrirme en ningún momento.
Estabas triste, fue lo primero que pude ver en tu rostro, tal vez en el pasado habría hecho hasta lo imposible para sacarte una sonrisa, pero incluso sentí regocijo al verte con la misma expresión que mi rostro reflejó por meses después de tu decisión. No hice nada, sólo escuché.
Me pediste perdón de las más variadas formas, pero no hacía falta. Agradezco que me hayas recordado los motivos de tu decisión, por lo menos ahora sé que ese año de sufrimiento no fue en vano, pude corregir satisfactoriamente mi aborrecible comportamiento. Sabes que nunca voy a cambiar, por más que ya no demuestre por fuera la oscuridad que me invade por dentro, es difícil controlar el genio.
Me comparaste con Dorian Gray, creo que de algún modo fue la primera vez que acertaste. No le habré vendido mi alma al demonio, pero créeme que puedo llegar a ser el mismo.
Sólo quería cerrar este capítulo aquí, no more lies, no more tears.
En mi trono seguirán marcadas las líneas de Justus et pius, y en tu expresión la culpa de haberlas deshecho.